Cómo observar aves y hacerles un comedero

Cómo observar aves y hacerles un comedero
Fabio Cupul Magaña

Fabio Cupul Magaña

El tutorial

A lo largo de siglos, las aves han captado la atención de numerosas civilizaciones. En torno a ellas se han tejido historias que mezclan su biología con magia y superstición: una leyenda que hunde sus raíces en lo profundo de la cosmovisión mexica es la del avistamiento de un ave que presagió la caída de Tenochtitlán a manos de los conquistadores españoles.

El mito narra que un ave que tenía el tamaño y el color de una grulla fue cazada por pescadores en una laguna, quienes la llevaron ante el emperador mexica Moctezuma. El ave tenía la particularidad de contar con un espejo redondo y pulido en la cabeza, a manera de diadema.

Al mirar el espejo, el tlatoani vio las constelaciones y estrellas del cielo; al mirar de nuevo, se extrañó y maravilló al ver gente a caballo —pensó que estaban montados en venados, pues no conocía a los caballos— que, en grupo y armados, se dirigía hacia su imperio.

Por otro lado, las raíces del México actual están ligadas a las aves: según cuenta otro mito, la fundación de la actual Ciudad de México fue la culminación de una peregrinación de varios siglos que iniciaron los mexicas desde la mítica Aztlán [1]  hasta el Valle del Anáhuac, siguiendo el mandato de Huitzilopochtli.

Dicho dios les ordenó asentarse en el lugar donde encontraran un águila Aquila chrysaetos; aunque, más que un águila, se cree que fue un quelele o caracara, Caracara plancushabitando un nopal muy grande, lleno de tunas. El sitio del avistamiento fue en un islote dentro de un lago en el cual se erigió la ciudad de México-Tenochtitlán —“tunal entre los pedregales”— en el año 1325.

Quelele

Quelele

El placer que se experimenta al observar a las aves por recreación podría deberse a la carga mística que las envuelve o, simplemente, a que son hermosas; a su canto, plumaje y figura. A esta práctica contemplativa en exteriores se le conoce como “observación de aves”, y también es común que se le llame por su nombre en inglés: birdwatching.

Cuando la observación no es posible en exteriores, basta con asomarse por la ventana o echar un vistazo a la cochera, el jardín, la calle o los cables y postes de luz: de seguro un ave cruzará por nuestro campo de observación. Por eso, se recomienda usar binoculares, telescopios o hasta el zoom de una cámara.

También puedes realizar la observación a simple vista y, si lo deseas, está la posibilidad de acompañar la actividad con un lápiz y un cuaderno para anotar características del ave observada —canto, plumaje, comportamiento, número de aves observadas— y del ambiente —temperatura, nubosidad, lluvia, sol, etcétera.

Para identificar las aves observadas, se puede consultar un libro de las aves de México, o bien, guías disponibles en línea; por ejemplo:

Las aves también pueden ser atraídas hacia nuestros dominios hogareños para su observación. La webpage ecoosfera brinda tres excelentes claves para lograrlo: ofrecerles alimento —frutas y flores vistosas ricas en polen resultan atractivas—; proporcionarles bebederos y baños, así como cobijo o resguardo al brindarles un lugar donde anidar.

Mirlo dorso canela ('Tardus rufopalliatus'). Foto cortesía de Frank McCann.

Mirlo dorso canela (Tardus rufopalliatus). Foto cortesía de Frank McCann.

Hacer un bebedero no es muy complicado: cualquier recipiente es bueno para colocarles agua, solo hay que recordar cambiarla o revisarla con cierta regularidad, para evitar que los mosquitos depositen sus huevos en ellos y proliferen enfermedades como el dengue.

Cómo hacer un comedero

Una búsqueda rápida en internet nos ofrecerá gran variedad de tamaños, estilos y diseños de comederos para escoger, aunque también podemos fabricar uno con materiales reciclados: sólo se requiere de un envase de plástico de leche o de jugo, vacío, lavado y con tapadera; un palo o un trozo de rama, cuerda y tijeras.

Comedero para aves: materiales reciclados

Con las tijeras hay que abrir un par de ventanas rectangulares en los costados del envase, dejando un espacio por encima de la base y por debajo del cuello. En ese espacio se perforará un orificio en el centro por el que se introducirá el palo de lado a lado. El palo deberá sobresalir unos cinco centímetros en cada costado del envase, para que les sirva a las aves como perchero.

Para colgarlo, se amarrará la cuerda en la boca del envase para sellarla con la tapadera. También es posible perforar el centro de la tapa o los lados de la boca y pasar por ahí la cuerda para reforzar el amarre. Una vez colgado, el comedero se llenará con alimento para aves hasta el nivel bajo de la ventana; si no es posible conseguirlo, las sobras de arroz blanco y el pan de caja remojado son muy buena opción.

Comedero para aves: fabricación

Eso sí, la comida variará en función del tipo de pájaro que se desee atraer 2 . Lo siguiente que necesitamos es esperar a que las aves detecten el comedero para que se aproximen. Es importante tener en mente que la mejor hora para observar pájaros es por la mañana o al atardecer, cuando son más activos.

Y, pues, ¡a pajarear!

Semillero de collar ('Sporophila torqueola'). Foto cortesía de Frank McCann.

Semillero de collar (Sporophila torqueola). Foto cortesía de Frank McCann.

Por otro lado, trata de mantener lo más despejadas posible las superficies planas —es decir, la parte superior de la mayoría de los muebles, que suelen ser como imanes para poner todo tipo de objetos—: si logras que haya sólo cinco objetos en cada una, la sensación que te transmitirán será de orden y tranquilidad.

Para lograr lo anterior, tal vez debas hacerte de cajas o contenedores, muchos de los cuáles están diseñados para aprovechar espacios “muertos”, como la parte posterior de las puertas o los rincones menos transitados. Esa inversión redundará en mayor orden y te hará sentir mayor comodidad.

Por último, y muy importante: la mejora en tu vida y la paz mental que te brinda el orden y la limpieza inician desde que empiezas a implementarlas. De modo que, lejos de verlo como una tarea o una obligación, ¡disfruta del proceso! De hecho, es probable que “agarres vuelo” y te sigas ordenando, limpiando y depurando áreas, o hasta decidas remodelar. Tú tienes el control.

Cierre artículo

[1] Los arqueólogos no se ponen de acuerdo en su ubicación. Una de las versiones afirma que Aztlán existió en lo que actualmente es la isla de Mexcaltitán, en el estado de Nayarit.

[2] Para saber más, puedes consultar esta dirección.

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