La vida de Stephen King: lecciones de motivación y perseverancia

La vida de Stephen King: lecciones de motivación y perseverancia
Alan Flores Soto

Alan Flores Soto

El “rey del terror” ha cautivado a millones en todo el mundo con sus historias, ya sea en libros o en sus numerosas adaptaciones a películas y series. Si eres amante del género, es difícil permanecer indiferente ante su obra; y si además te enteras de su biografía, verás que es una fuente de inspiración, pues ha enfrentado innumerables dificultades y siempre ha salido avante. En este artículo exploraremos pasajes de la vida de Stephen King y las valiosas lecciones que cualquiera puede extraer de ellos, para aplicarlas a su propio camino.

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Stephen King nació en 1947, en la ciudad de Portland, Maine, dentro de un hogar modesto, carente de privilegios y marcado por la ausencia del padre, que abandonó a la familia cuando el escritor tenía sólo dos años. Por esa razón, su madre tuvo que trabajar y, al mismo tiempo, criar a Stephen y a su hermano mayor en condiciones precarias; mientras tanto, los dos niños se cuidaban mutuamente y, como no tenían televisión, se leían el uno al otro. Así fue que el futuro escritor desarrolló su pasión por la lectura.

Los King eran la familia más pobre del vecindario y su situación económica era tan difícil que a menudo no tenían dinero para comer. Fue en esos años que Stephen, impulsado por su pasión por los libros, el cine y los cómics, comenzó a escribir historias que después vendía a sus compañeros de clase y a colaborar en el periódico de su hermano, Dave’s Rag. Sin embargo, esta actividad no fue bien recibida por sus profesores, quienes le exigieron devolver el dinero que había ganado. Pero aun así perseveró en su sueño…

Lección #1

La resiliencia es clave para superar la adversidad. Aunque las dificultades marcan nuestra vida desde temprana edad, nunca permitas que tu pasado determine tu futuro. A pesar de las carencias, céntrate en tus pasiones y trabaja en ellas. La capacidad de levantarse y seguir adelante es clave en la vida de cualquier persona que quiera superar las dificultades y alcanzar sus sueños.

Como muchos escritores, Stephen King enfrentó el rechazo en los inicios de su carrera literaria, pues envió decenas de manuscritos a editoriales que siempre le daban la misma respuesta: “no”. Su padre también había intentado ser escritor, pero desistió cuando fue rechazado; al respecto, su madre le decía: “Stephen, tu padre era incapaz de ser constante”; por eso él perseveraba y escribía todas las noches, incluso después de su jornada laboral como profesor. Es una historia conocida que su primera novela, Carrie (1974), fue rechazada por más de treinta editoriales antes de ser publicada y por poco termina en la basura pues, de hecho, de ahí la rescató su esposa Tabitha, quien después de leerla animó a su marido a seguir adelante. Tras decenas de intentos, finalmente la historia de la joven con poderes telequinéticos fue publicada por Doubleday el 5 de abril de 1974 y su enorme éxito capultaría al “rey del terror” a la fama.

Portada de la edición del 50 aniversario de "Carrie", de Stephen King

Lección #2:

El fracaso no es el final de la historia, sino una parte del proceso, una oportunidad para aprender y mejorar. Del mismo modo, el rechazo no debe verse como una derrota, sino como un peldaño en el camino hacia el éxito; por eso es fundamental rodearse de personas que crean en ti y te animen a continuar cuando pierdas las esperanzas.

Una de las claves del éxito de Stephen King es su disciplina y su estricta rutina de trabajo: escribe todos los días hábiles, en fin de semana e incluso los días festivos, sin importar si está enfermo o de viaje. Este hábito fue forjándose cuando estudiaba literatura en la Universidad de Maine, pues como trabajaba para pagar la colegiatura, se vio obligado a crear una rutina que le permitiera escribir y equilibrar sus obligaciones académicas y laborales.

Para su tercer año en la universidad, King ya había escrito cinco novelas. Tras graduarse, se casó, fue padre y tuvo que trabajar en una gasolinera y en una lavandería, lo cual no le impedía cubrir su cuota y escribir al menos dos horas diarias. Su consejo es escribir todos los días, incluso si no se tiene inspiración, pues la práctica constante ayuda a mejorar la habilidad. Esto lo ha llevado a ser uno de los escritores más prolíficos de la historia, algo que más de un autor podría aprender —y sí: te lo digo a ti, George R. R. Martin.

Stephen King

Lección #3:

La disciplina diaria, la constancia y el esfuerzo son las bases para lograr tus objetivos y construir éxito a largo plazo. Stephen King suele escribir unas cuatro horas diarias y producir alrededor de mil palabras; así, la escritura no es sólo talento, sino también trabajo duro y persistencia. Esta lección aplica a cualquier campo artístico, profesional o personal. Cada día que dedicas a practicar tu pasión es una inversión para tu carrera y tu futuro.

Stephen King ha sido siempre un ávido lector y afirma que una de las mejores maneras de escribir mejor es leer mucho. Desde su infancia se sumergió en los libros de terror y ciencia ficción, y esta pasión ha sido clave en su evolución como autor, así como una de las razones por las que comprende tan bien el proceso creativo. Pero su inspiración no sólo proviene de los libros, sino también de la vida real: por ejemplo, una vez él y su esposa se hospedaron en el Stanley Hotel[1], pero era temporada baja, así que fueron los únicos huéspedes y se alojaron en la habitación 217. Esa noche, Stephen tuvo una pesadilla; al despertar, ya tenía la idea para El resplandor (1977), que tiene lugar en el siniestro Hotel Overlook.

Lección #4:

La idea de que “escribir es leer” constituye una clave para cualquier escritor. Aprender de los demás, de los libros y las experiencias ajenas es fundamental para el crecimiento personal y profesional. Pero la persona de la que más puedes aprender eres tú mismo, pues la inspiración —raíz de la creación— surge desde lo más profundo de tu ser. La curiosidad intelectual y la disposición a aprender son cualidades que nos impulsan a avanzar, a innovar y a descubrir nuevas posibilidades. 

Stephen King y Barack Obama

A lo largo de medio siglo, Stephen King ha demostrado que la perseverancia es el ingrediente principal para alcanzar el éxito. A sus 77 años, siendo un referente literario con más de 65 libros publicados y múltiples best-sellers, sigue lanzando al menos un título al año, a pesar de que hace mucho que no tiene la necesidad de hacerlo; de hecho, su próxima obra literaria, prevista para ver la luz en 2025, se titulará Never Flinch. Queda claro que su éxito no se debe sólo a su talento innato, sino a la pasión, el trabajo y la constancia, a una edad en que muchos están jubilados y otros carecen de una razón para seguir viviendo.

Lección #5

La perseverancia es el camino hacia el éxito. Podrás experimentar fracasos, momentos de duda y duras pruebas a lo largo de la vida; pero, como King dijo, el secreto es nunca rendirse. Cada paso hacia adelante, sin importar lo pequeño que sea, te lleva más cerca de tu meta. Perseverar no sólo es la clave para alcanzar tus objetivos, sino también para seguir creciendo a lo largo del camino.

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La vida de Stephen King es un testimonio de tenacidad, resistencia, pasión y superación, en el que ha enfrentado muchos desafíos pero los ha vencido. La importancia de la resiliencia, el aprendizaje que deja el fracaso y el valor de la disciplina y la perseverancia hasta alcanzar la meta son lecciones que cualquiera puede asimilar y aplicar. Si hay una última lección que la vida de Stephen King nos deja es que con esfuerzo, pasión y persistencia es posible alcanzar el éxito; y que, aunque fracasemos, siempre podremos levantarnos y volverlo a intentar: ¡que mejor forma hay para vivir que esa!…

Cierre artículo

[1] Este hotel, ubicado en las Montañas Rocallosas del estado de Colorado, es el sitio donde se filmó la adaptación cinematográfica de El resplandor (1980), dirigida por Stanley Kubrick.

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