La Ciudad de México es como una galaxia de joyas culturales donde resplandecen los espectáculos y conciertos, las obras teatrales, la gastronomía, el cine y, sobre todo, los recintos museísticos. Así, una de las mejores formas de conocer la capital mexicana es a través de sus museos: estos portales al pasado revelan el arte más bello, la historia más conmovedora, la cultura más fértil y el rico tejido de la sociedad mexicana contemporánea.
Nuestros museos tienen un alto valor y no nos alcanzaría la vida para conocerlos todos. Algunos de ellos se encuentran en edificios cuya arquitectura es magnífica e impresionante, por lo que vale la pena visitarlos tanto por los recintos en sí como por las exhibiciones que albergan. Si quieres conocer museos mexicanos majestuosos, aquí te comparto tres ejemplos que son simplemente insuperables.
Museo del Palacio de Bellas Artes
Al referirnos al Palacio de Bellas Artes, una de las edificaciones más icónicas, relevantes y hermosas del país, majestuoso es un adjetivo que se queda corto, pues este edificio es, en sí mismo, una esplendorosa obra de arte arquitectónico que cautiva a quien la mira. Su construcción comenzó a principios del siglo XX y la primera piedra la puso el presidente Porfirio Díaz; pero, debido a la Revolución, las obras se suspendieron durante dos décadas y se retomaron desde 1931 hasta la inauguración oficial, que tuvo lugar el 28 de septiembre de 1934.
“Bellas Artes”, como se le llama coloquialmente, es reconocido como un claro ejemplo de los estilosart nouveau y art déco, así como por sus muros pintados con obras maestras de grandes artistas mexicanos como Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros, José Clemente Orozco y Rufino Tamayo. En las salas del museo se han exhibido muestras heterogéneas de arte clásico, moderno y contemporáneo; además, bajo sus altos techos habita también el Teatro del Palacio de Bellas Artes, la majestuosa sala donde se celebran conciertos sinfónicos, óperas, espectáculos de ballet y obras de teatro, así como el Museo Nacional de Arquitectura.
El Palacio, que abrió sus puertas con el nombre de Museo de Artes Plásticas, fue el primer museo de arte y el primer recinto cultural dedicado a exhibir objetos artísticos en México. Hoy resguarda de forma permanente sus 17 murales, ejecutados entre 1928 y 1963, y mantiene un intenso programa de exposiciones temporales. Por estas razones, más que un edificio esta regia construcción es todo un monumento cultural, quizás el más importante de la CDMX.
Museo Nacional de Historia Castillo de Chapultepec
El recinto encargado de preservar la memoria histórica de México, desde la caída de Tenochtitlan en 1521 hasta la Revolución Mexicana de la segunda década del siglo XX, es el Museo Nacional de Historia, una importante institución cultural ubicada en el Castillo de Chapultepec, construido entre 1785 y 1787 por órdenes del virrey de la Nueva España, Bernardo de Gálvez, con la idea de que fuera su casa de descanso.
Esta espléndida edificación, que se ubica en lo más alto del cerro del chapulín y tiene una de las vistas más privilegiadas de la capital mexicana, se distingue por ser el único castillo auténtico en todo el continente americano, con un diseño arquitectónico influido por los estilos barroco y neoclásico. Tras la Independencia, tuvo varios usos: fue sede del Colegio Militar y, durante la Intervención Estadounidense, escenario de la gesta heroica de los Niños Héroes; después se convirtió en la residencia imperial de Maximiliano y Carlota, de 1864 a 1867; luego fue residencia presidencial y, desde 1939, es la sede del Museo Nacional de Historia.
En el interior de esta fortaleza existen dos áreas de exhibición: lo que fuera el antiguo Colegio Militar, donde se encuentran las salas en las que se hace un recuento de nuestra historia desde la Conquista hasta la Revolución, y el alcázar donde se exhiben los aposentos y mobiliarios del emperador Maximiliano y su esposa Carlota, del general Porfirio Díaz y de su esposa, Carmen Romero Rubio, así como de otros mandatarios mexicanos. Además, destaca la hermosa sala de emplomados con retratos vitrales de las musas, elaborados en Alemania.
Además del edificio, el visitante puede admirar documentos y pertenencias de personajes clave de la historia de México, tales como insignias, indumentaria, enseres de plata y cerámica, pinturas y esculturas, carruajes, monedas y billetes, instrumentos musicales, estandartes, artefactos y armas, así como pinturas murales de Orozco, Siqueiros y O’Gorman.
Museo Nacional de Arte (MUNAL)
Lo primero que se observa al llegar a la Plaza Manuel Tolsá es la Estatua ecuestre de Carlos IV, conocida por todos los mexicanos como “El Caballito”, una efigie esculpida en aleación de cobre por el arquitecto que da nombre a esa explanada. Pero lo que nos atañe en esta ocasión es el bello edificio que se erige a espaldas de esta estatua: el antiguo Palacio de la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas, diseñado por el arquitecto italiano Silvio Contri y considerado uno de edificios públicos mexicanos más bellos e importantes del siglo XX, el cual desde 1982 se destinó para ser el Museo Nacional de Arte.
La sede actual del máximo museo artístico de México —ubicada en la calle Tacuba del centro histórico de la capital— empezó a construirse por orden del presidente Porfirio
Díaz como muestra del progreso económico y cultural del país bajo su mandato. En su interior destacan la cantera gris, las estructuras metálicas y las herrerías europeas, así como la majestuosa escalera cuyos escalones de mármol sostienen desde hace mucho las huellas del arte y del tiempo.
El MUNAL, como se le conoce familiarmente, se engalana con una de las obras arquitectónicas eclécticas más importantes del país y hospeda una colección tan amplia como los cinco siglos de arte mexicano que abarca: de la segunda mitad del siglo XVI hasta la primera mitad del siglo XX, reúne casi seis mil piezas entre las que se cuenta la colección más importante del paisajista José María Velasco. Y por si todo esto no bastara, el recinto tiene también una biblioteca con más de 24 mil ejemplares sobre historia del arte.
¿Cuál de estos tres museos majestuosos quisieras recorrer primero?
