
A finales del mes pasado, me eché un clavado en la música de Humbe, producto de una recomendación entusiasta. Todo comenzó cuando conocí a una chica y, tras varias pláticas, quedamos de salir en una cita. Lo que empezó como una salida con amigos terminó en un fin de semana juntas en el que hablamos de nuestras vidas familiares y rutinas. En mi búsqueda por entablar conversaciones que me permitieran descubrir propuestas musicales frescas, ella me habló de Humbe. Mencionó algunos títulos de canciones, vacilé por unos momentos y me mostró algunas stories de Instagram del concierto al que asistió en CDMX, hasta que apareció un fragmento de “Novatos”. Esa canción se quedó grabada en mi cabeza.
“Novatos” es ese tipo de canción con una honestidad cruda y una vulnerabilidad palpable en la voz que la interpreta. Y si a esto le sumamos la temática del amor joven y sus incertidumbres, genera una conexión inmediata con quienes la escuchan. La melodía, aunque sencilla, me acompañó durante días, invitándome a explorar con mayor profundidad el universo sonoro del artista. Desde esa primera escucha, su propuesta se sintió auténtica y distinta a lo que habitualmente encuentro en la escena musical contemporánea.
Humberto Rodríguez Terrazas, conocido artísticamente como Humbe, nació en Monterrey el 11 de noviembre de 2000. Desde temprana edad, mostró un gran interés por la música. En algunas entrevistas se menciona que tocaba el piano en casa de su abuela con tan solo nueve años. Ese primer acercamiento al teclado despertó en él un impulso creativo que lo llevó a explorar otros instrumentos, como la guitarra, la batería y el ukelele. Sus inicios en la escena musical se caracterizaron por la difusión independiente de su obra en plataformas como YouTube y SoundCloud, donde su incipiente talento comenzó a atraer a un pequeño pero fiel público.

El distintivo artístico de Humbe reside en su habilidad para fusionar con naturalidad distintos elementos del pop, el indie y los ritmos urbanos actuales. Esta mezcla es fresca y profundamente personal, lo que le permite crear un sonido propio e inconfundible, diferenciado de otros artistas emergentes que transitan por géneros similares, como Latin Mafia, Bruses y Manuel Medrano. Humbe no se limita a seguir las tendencias del momento: busca activamente nuevas sonoridades y letras reflexivas que reflejan su visión artística. A través de su música, ha expresado un claro interés por conectar con las personas mediante el lenguaje de la empatía, las experiencias y las emociones humanas.
Uno de los álbumes que consolidó su carrera musical fue Entropía (2021). Este disco exploró una paleta de emociones diversas, mostrando la elocuencia y versatilidad de Humbe como compositor e intérprete. Entre las canciones más destacadas se encuentran “El poeta”, por su sensibilidad lírica y melodía envolvente; “Dieznoches”, con su melancolía introspectiva y atmósfera etérea; y “Condenado”, que aborda relaciones destructivas con un ritmo más oscuro. La recepción de Entropía fue positiva tanto para el público como para la crítica.
En su proceso creativo, Humbe se involucra activamente en cada etapa de la producción: desde la composición de letras y música hasta los arreglos instrumentales. Esta participación le permite mantener un control orgánico sobre su obra. Además, ha compartido en redes sociales que su principal fuente de inspiración proviene de experiencias personales, conversaciones cercanas y reflexiones sobre la vida. Esta visión se traduce en letras sinceras y melodías cuidadosamente elaboradas, pensadas para generar una conexión genuina con cada oyente.
Otro álbum en el que reafirmó su capacidad creativa fue Aurora, también publicado en 2021. En él, Humbe compartió sentimientos profundamente personales. Incluye temas como “Amor de cine”, una balada pop que explora la tensión entre el ideal romántico de un amor perfecto y la dolorosa realidad de su imposibilidad. La canción describe una conexión intensa con otra persona, vista desde la idealización y el anhelo. A través de la metáfora del “amor de cine”, expresa la dualidad entre lo que se desea y lo que realmente se tiene. Es una reflexión agridulce sobre la fantasía frente a la realidad.
Humbe es un artista en constante evolución. Explora sin temor y colabora con otros talentos que enriquecen su propuesta musical, como Reik, Juliana y Riza. Canciones exitosas como “Patadas de ahogado” y “Te lo prometo”, pertenecientes al álbum Esencia (2023), reflejan una madurez creciente en su capacidad compositiva y una exploración más profunda de ritmos cercanos al pop contemporáneo, sin perder la sensibilidad lírica que lo ha definido desde el inicio. Este disco se consolidó como una propuesta vibrante dentro de la escena mexicana actual. Humbe demuestra que tiene una voz propia que resuena más allá de su nicho. Su habilidad para adaptarse a nuevos estilos, experimentar con sonidos frescos y clásicos, y encontrar un equilibrio entre ambos lo distingue claramente de otros artistas de su generación.
Finalmente, la intención creativa de Humbe es comunicar emociones profundas a través de la música, de modo que sus oyentes las sientan como propias. Su voz melodiosa y sus letras introspectivas generan un canal de comunicación donde la empatía es el vínculo predominante. Esta autenticidad se refleja en la vulnerabilidad presente en cada una de sus canciones, lo que ha permitido que establezca una conexión significativa con una base de seguidores cada vez más leal. Si bien su éxito ha estado centrado principalmente en México, su música comienza a expandirse por Latinoamérica.
Y es aquí donde te pregunto: ¿te dejarás cautivar por este artista o seguirás siendo un novato?



