
Creo que no exagero al afirmar que África es el continente que ha sufrido más abusos y explotación a lo largo de la historia. Durante siglos, su población negra fue secuestrada para trabajar como esclavos y sus recursos naturales han sido saqueados por países europeos, sin contar los sangrientos conflictos bélicos entre etnias y la segregación racial. Pero este desolador panorama también ha sido la cuna de varios deportistas que salieron de África para convertirse en los mejores de sus respectivas especialidades. Te hablaré de cinco de ellos, pues cada uno tiene una historia inspiradora que contar…
Roger Milla (1952- )
Nacido con el nombre de Albert Roger Moh Miller, este futbolista camerunés saltó a la fama mundial a una edad en la que otros jugadores se han retirado, pues llegó al Mundial de Italia ’90 a los 38 años, en el cual jugó como delantero. Su participación fue histórica, ya que marcó los dos tantos de la victoria contra Rumania y, en octavos de final, le repitió la dosis a la selección colombiana; en cuartos de final, Camerún enfrentó a Inglaterra en un partido sin cuartel en el que terminaron empatados tras el tiempo reglamentario y los dos tiempos extras; aunque al final Gary Lineker selló la victoria de su país con un tiro penal, los “leones indomables” —como se les apodó— dejaron su huella en los anales de las copas mundiales. A causa de todo ello, Roger Milla es considerado uno de los mejores futbolistas africanos de todos los tiempos.

Hakeem Olajuwon (1963- )
Este basquetbolista originario de Lagos, Nigeria, migró a los Estados Unidos para estudiar en la Universidad de Houston; al graduarse en 1984, por sus enormes habilidades y sus 2.13 m de estatura, ingresó a los Rockets de Houston. Entre sus numerosos logros con los este equipo están dos campeonatos de la NBA, un título del Jugador más valioso (MVP), varios títulos del Defensivo del Año y, también, una medalla de oro olímpica, ya naturalizado estadounidense; además, a la fecha sigue siendo el jugador con más bloqueos (3,830) y en 1996 fue nombrado uno de los 50 mejores jugadores de la NBA de todos los tiempos. Es por todos estos logros que se le apoda “The Dream”, ya que salió de Nigeria y cumplió el sueño de convertirse en un estrella mundial del baloncesto.

Dikembe Mutombo (1966-2024)
Nació en Kinshasa, capital de la República Democrática del Congo. A los 21 años dejó su país y se inscribió en la Universidad de Georgetown, con la intención de convertirse en médico; pero, por sus 2.18 m de altura, de inmediato fue reclutado en el equipo de basquetbol colegial. Ya como profesional, jugó para los Nuggets de Denver, los Hawks de Atlanta y los Rockets de Houston, entre otros equipos. Por su tamaño, sus largos brazos y su férreo estilo defensivo, se le apodaba “Monte Mutombo” y ocupa el segundo lugar histórico en bloqueos, sólo detrás de Olajuwon. Pero, además de un gran jugador, Mutombo también fue un gran filántropo que donó una buena parte de sus ganancias para mejorar las condiciones de vida y evitar la propagación de enfermedades contagiosas en países africanos. Murió hace poco, en 2024, víctima de un tumor cerebral.

Samuel Eto’o (1981- ) Otro nativo de Camerún que, por su gran talento como futbolista, fue fichado en el Real Madrid a la edad de 16 años; sin embargo, su verdadero potencial surgió en las filas del Mallorca, pues anotó 70 goles entre 1999 y 2004; de ahí pasó al Barcelona, donde marcó 130 goles y ganó tres campeonatos de Liga y una Copa del Rey; se retiró en 2019, después de pasar por otros equipos europeos. Un aspecto inspirador de Eto’o es que tuvo que sobreponerse al racismo en España e Italia, pues en varios estadios los aficionados lo insultaban o imitaban sonidos de simio cada vez que él tenía el balón, razón por la cual dejó de llevar a su familia a los partidos. Aunque tiene pasaporte español, actualmente es presidente de la Federación Camerunés de Futbol.

Eliud Kipchoge (1984- ) De los cinco deportistas mencionados en este texto, Kipchoge es el único que sigue activo. Se trata de un maratonista keniano que durante cinco años ostentó el récord mundial de los 42.195 km —honor que le arrebató su compatriota Kelvin Kiptum en el maratón de Chicago en 2023—. La historia cuenta que, siendo un humilde granjero, de joven Eliud tenía que caminar tres kilómetros todos los días para que no se agriara la leche que vendía en el mercado de la ciudad más cercana, Nandi County. Como corredor profesional, ha ganado 16 de los 19 maratones en que ha participado, incluyendo dos medallas de oro olímpicas en Río 2016 y Tokio 2020; además, fue el primer ser humano registrado en correr el maratón en menos de dos horas (1:59:40). Para mantenerse en un nivel competitivo, Kipchoge corre 220 km a la semana y se alimenta principalmente de frutas, semillas, granos y otros alimentos ricos en carbohidratos.

Una mención honorífica la merece el etíope Abebe Bikila (1932-1973), quien fue el primer atleta africano en ganar una medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Roma 1960, donde rompió el récord mundial corriendo descalzo pues, dijo, los tenis le provocaban ampollas. En Tokio 1964 defendió con éxito su título olímpico —esta vez, sí usó tenis— y regresó a su natal Etiopía para recibir toda clase de honores. Tristemente, en 1969 un accidente automovilístico lo dejó parapléjico y no volvió a caminar; murió cuatro años después debido a complicaciones causadas por el choque.

