Cómo iniciar una colección de antigüedades

Cómo iniciar una colección de antigüedades
Bicaalú (autor)

Bicaalú

Si uno es coleccionista, existe una gran variedad de objetos que se pueden reunir: desde libros —bibliofilia—, revistas —hemerofilia—, postales —cartofilia, deltiología o filatelia, si incluye también sellos y sobres— o monedas —numismática—, hasta figurillas de lechuzas y búhos —ululofilia—, sobrecillos de azúcar —glucosbalaitonfilia— o calendarios de bolsillo —calendófilos. Si estos objetos provienen de los años cincuenta, sesenta o setenta, se consideran vintage; si tienen entre setenta y noventa y nueve años, son llamados casi antiguos, y los de más de una centuria son antigüedades. Éstas son algunas recomendaciones para iniciarse en este apasionante pasatiempo:

  1. Explora tus motivos
    Varias pueden ser las razones para iniciar una colección de antigüedades: ya sea que cuentes con algunos objetos heredados por la familia y desees ampliar su repertorio, o quizá sólo tengas el recuerdo de las piezas con que creciste en tu casa solariega, o simplemente porque es un tema que te interesa. También es necesario que decidas cuánto tiempo y capital puedes dedicarle a esta actividad, y si estás dispuesto a desplazarte dentro y fuera de tu ciudad.
  2. Elige tu nicho
    Decide qué tipo de antigüedad quieres coleccionar: joyas, muebles, vajillas, ropa, artículos para el hogar, monedas u objetos de determinada época o lugar. Es probable que, una vez que empieces a armar tu colección, tus objetivos se amplíen o se especialicen, pero es importante iniciar con una idea clara. Esta especialización te permitirá alcanzar un nivel experto en un menor tiempo.
  3. Infórmate
    Si cuentas con formación en historia del arte, eso te puede ayudar mucho a desarrollar un ojo crítico, pero ése no es el único modo. Además de aprovechar los innumerables recursos que existen en línea para aprender sobre cualquier tema, también están las asociaciones de coleccionistas, los foros en páginas web especializadas o una visita a las galerías de antigüedades: si le preguntas al encargado, seguramente te dará muy buenas ideas sobre cómo distinguir entre una pieza valiosa y otra que sería una pérdida de tiempo y dinero. A los coleccionistas les gusta encontrarse para compartir conocimientos y experiencias con quienes comparten la misma pasión.
  4. Aprende a dar mantenimiento
    Una buena opción para empezar tu colección es conseguir piezas de alta calidad dañadas o maltratadas, y restaurarlas tú mismo para dejarlas en un estado similar al original. A veces, los mismos fabricantes publican guías sobre el cuidado de sus productos e incluso pueden proveer los materiales para la restauración. Si te da miedo arruinar la pieza, primero haz pruebas en los rincones que no están a la vista; si realmente no te sientes capaz de hacer la restauración, pregunta en los foros de tu localidad por maestros especializados. En este caso, involúcrate en el proceso de reparación: pregunta sin temor sobre materiales, modos de uso y precauciones que deben tenerse en cuenta. Tal vez la próxima vez sí puedas dar mantenimiento por tu cuenta.
  5. Empieza desde casa
    Es posible que no cuentes con objetos antiguos en tu casa. Pero, ¿qué tal si aprovechas tu intención coleccionista para visitar a familiares lejanos, como tíos, abuelos y primos? Y ya en ese importante reencuentro con tus raíces, también podrías preguntar si alguien atesora algún objeto antiguo del que no le importaría desprenderse. Cuando se habla con honestidad y se explica lo que se está emprendiendo, la gente suele ser más abierta a desempolvar sus recuerdos y permitir que éstos sean restaurados y admirados en el espacio que hayas designado para tu colección. De paso, toma esto de pretexto para seguir en contacto con tu gente, pues así como las colecciones de antigüedades nos ponen en contacto con nuestras raíces como grupo social, el conservar el trato con nuestra sangre nos hace sentir parte de un todo más grande.
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