Un tiempo fastuoso en investigación que derivó en descubrimientos científicos fue, sin duda, el año 2021; sólo que todo fue dicho entre susurros ante el grito ¡covid! De cualquier modo, enterarse de que la ciencia sigue avanzando en otros ámbitos pone de buenas ya que, por ejemplo, algunos proyectos trajeron a la mesa temas como el uso de alucinógenos para tratar la depresión y otros que dan mucha esperanza, como la creación de una prueba capaz de detectar el cáncer.
En cuanto a la lucha contra el cáncer, empecemos por contar que la empresa de biotecnología Illumina inventó el test Galleri, con el que se pueden detectar signos tempranos de más de cincuenta tipos de cáncer a partir de una sola muestra de sangre, mediante la lectura de fragmentos de cadenas de ADN. Como te imaginarás, la comunidad médica se ha mostrado optimista con la prueba, ya que que el diagnóstico precoz es el arma más poderosa contra esta enfermedad, aunque aún es necesario mejorar su precisión.
Algunos gobiernos se interesaron de inmediato. El Reino Unido, que admite carecer de una prevención efectiva y temprana contra el cáncer, iniciará un estudio usando el test Galleri entre 165 mil participantes; 140 mil de ellos no tienen síntomas y deberán llevar un control por tres años, y el resto estará bajo revisión oncólogica. Los resultados de este estudio serán publicados el año próximo.
En otro tema, y regresando a los alucinógenos, cuando parece que otro estudio serio no puede ya añadirse al uso de la psilocibina con fines terapéuticos —la molécula psicoactiva de los hongos alucinógenos—, se agregan dos: uno de la Universidad de Yale y otro del Imperial College de Londres.
Pero antes de aventar al aire los antidepresivos y saltar sobre la mermelada de “hongos mágicos” hecha por la bisabuela y embadurnársela a un pan tostado, aclaro que la investigación de Yale es muy novedosa y no replicable en casa: en ratones a los que se administró psilocibina, aumentó la densidad de las conexiones neuronales —que se hacen más pequeñas bajo estrés y depresión crónicos—, y hubo un aumento de los neurotransmisores. Es un gran descubrimiento que puede ayudar a las depresiones que no reaccionan a los antidepresivos convencionales.
Si así de prometedor es el futuro de la psilocibina como un apoyo a la salud mental, pronto iremos a la farmacia con nuestra receta por nuestro tratamiento hecho con dicha sustancia… en lugar de adqurir un pañal tamaño adulto para contener los efectos del “ritual de ayahuasca” que compramos por internet.