Lo sagrado, lo espiritual, está en muchas partes; en uno mismo, si se desea. Sin embargo, existen sitios que permiten que nuestra energía interna, muchas veces adormilada, aflore y rompa el caparazón en que la vida diaria la aprisiona. Algunos de estos lugares espirituales parecen emitir su propia vibración de forma natural, mientras que otros forman parte de un sistema de creencias y son sagrados para las comunidades que los han habitado durante siglos porque les permiten alcanzar una profunda conexión con la divinidad o el universo.
Visitemos brevemente y de forma virtual algunos de estos sitios espirituales, que pueden ser ciudades, poblados, zonas o caminos donde puedes sentir una transformación que cambia tu vida.
Camino de Santiago (España y otros países)
De esta forma se conoce a un conjunto de rutas de origen medieval que conducen a la Catedral de Santiago de Compostela, en Galicia, donde según la tradición se hallan los restos del apóstol Santiago el Mayor. Para millones de personas, aunque no sean cristianas, hacer este recorrido espiritual que culmina en el norte de España es algo que anhelan hacer al menos una vez en la vida.
En la actualidad, el camino más conocido inicia en Saint Jean Pied-du Pont, Francia, y recorre un total de 800 kilómetros hasta el Pórtico de la Gloria. Esta peregrinación, que inició en la Edad Media con la promesa de evitar el Purgatorio tras la muerte, por desgracia hoy se ha vuelto multitudinaria; aun así resulta enriquecedora, no sólo por el ejercicio físico, sino también por el contacto con la naturaleza, con el arte y con personas de todo el mundo, además de que inspira una constante reflexión sobre la vida, el fervor, el perdón y el destino.
Sedona (Arizona, EUA)
Esta ciudad, ubicada en el centro del desierto de Arizona, debe parte de su gran belleza a las imponentes formaciones rocosas de arena roja, las cuales resplandecen como fuego con la luz de sol. Pero además de que puedes practicar el senderismo entre sus montañas, Sedona tiene una magia especial pues, desde hace mucho tiempo, la gente afirma que en ella existen vórtices o centros donde, supuestamente, la energía y las fuerzas cósmicas se arremolinan permitiendo entrar en un estado meditativo y de conexión con la Tierra.
Según los creyentes, existen cuatro vórtices en Sedona: Bell Rock, Boyton Canyon, Cathedral Rock y Airport Mesa, cada uno con su propia y singular energía que los visitantes vinculan con los aspectos femeninos y masculinos de la naturaleza. Por esta razón, visitar Sedona colma la vista de belleza geológica y constituye una experiencia energética y altamente espiritual.
Jerusalén (Israel)
Esta ciudad es un lugar sagrado para las tres religiones monoteístas más importantes del mundo: el judaísmo, el cristianismo y el islam. Pero, más allá de la fe religiosa que uno tenga, su importancia histórica y la cantidad de sitios sagrados que alberga es suficiente para que sea considerada una de las ciudades más espirituales del mundo.
Algunos de los lugares venerados son: la Ciudad Antigua y el Muro de las Lamentaciones, último remanente del antiguo Templo de Jerusalén; la Iglesia del Santo Sepulcro —lugar de la crucifixión de Jesús y de su tumba vacía—, el Cenáculo —escenario de la Última Cena—, la Vía Dolorosa y la Abadía de Hagia Maria, la Cúpula de la Roca y la Mezquita de Al-Aqsa. Por todo ello, para millones de creyentes a lo largo del tiempo Jerusalén ha sido punto de encuentro… y de conflicto.
Varanasi (India)
Esta ciudad india, conocida también en español como Benarés, se encuentra a la orilla del Río Ganges, una afluente sagrada para la religión hinduista. Según la creencia, el dios Shiva hizo que sus aguas —que corrían en el cielo, antes de bajar hacia la tierra— cayeran sobre su cabeza durante mil años para formar el río. Por ello, millones de devotos se bañan en sus aguas para purificarse.
Otra creencia afirma que quienes mueren en Varanasi y son cremados a las orillas del Ganges detienen, por fin, el ciclo de reencarnaciones y alcanzan la salvación eterna. Por esa razón, miles de ancianos y enfermos viajan hasta esta ciudad con la esperanza de morir en ella.
En síntesis, tal vez existan lugares donde se concentran ciertas energías sutiles, pero perceptibles, las cuales asociamos con leyendas o con divinidades de distintas iglesias y creencias. Pero, si abrimos un poco el panorama, veremos que cualquier lugar tranquilo donde la naturaleza, la historia y el espacio generen paz y un ánimo introspectivo también puede ser espiritual: playas poco concurridas, bosques místicos, el desierto con su escondida belleza o la cumbre de una montaña son sitios donde podemos encontrar relajación y realizar un viaje interno que comienza en nuestro corazón.
